La inteligencia
artificial
Introducción
La inteligencia artificial (IA) puede
definirse como el medio por el cual las
computadoras, los robots y otros dispositivos
realizan tareas que normalmente requieren
de la inteligencia humana agrupa un conjunto de técnicas
que, mediante circuitos
electrónicos y programas
avanzados de computadora, busca imitar
procedimientos similares a los procesos
inductivos y deductivos del cerebro humano
Cuando en los años cuarenta
se pusieron a funcionar
las primeras computadoras
(esos roperos de metal,
llenos de bulbos) se les llamó “cerebros
electrónicos”, ya que podían
hacer sumas. Esto hizo imaginar a
muchos: “Mañana las máquinas conversarán
con nosotros”. Y entonces el cine,
los dibujos animados y la televisión se
poblaron de robots “inteligentísimos”
—aunque de movimientos algo torpes—
que acompañaban a los humanos en toda
clase de mundos. Mientras los alumnos
de cibernética seguían perforando tarjetas,
en el cine la computadora HAL se
ponía paranoica y tomaba la decisión de
asesinar a los astronautas de la película
2001, Odisea del Espacio.
La industria de las computadoras no
dejó de evolucionar y, de pronto, aquellos
enormes aparatos con grandes cintas
de carrete se volvieron pequeños y mucho
más fáciles de operar. Un día ya tenían
un monitor y un teclado para comunicarnos
con sus circuitos.
Al día siguiente
aparecieron en nuestras casas
las computadoras personales y
hoy están por todos lados, volviéndose indispensables.
Los niños de hoy viven en
un mundo que, por lo menos en parte, la
ciencia ficción imaginó hace 50 años
Desarrollo
A la vanguardia de la IA
El doctor Ismael Espinosa me abre sonriente las puertas del Laboratorio de Cibernética de la
Facultad de Ciencias, de la UNAM. Son las nueve de la mañana en punto. Nos concede la entrevista
en su despacho, saturado de libros, imágenes de paisajes futuristas y uno que otro robot
de juguete.
¿Qué sueñan los que ahora están a la vanguardia de la inteligencia artificial?
—Creo que el hombre desea, desde hace mucho, a un amigo que lo acompañe en su viaje
por el cosmos. Hace milenios se inventaron las marionetas, después los androides animados
por complejos mecanismos de relojería, como el famoso jugador turco de ajedrez, que incluso
le ganó a Napoleón una partida (años después se descubrió que en su interior había
estado escondido un enano). Los robots del futuro harán que los prototipos actuales se
parezcan a aquellos llenos de engranes del siglo XVIII.
¿Y cómo serán esos robots?
—Quizá sean robots biológicos. Definitivamente la clonación es un fuerte competidor de la
robótica como la conocemos. Ya se puede clonar fibra muscular mucho más fuerte que la
nuestra, u órganos internos tan complejos como el corazón.
¿Se puede clonar un cerebro?
—Aún no, pero ya trabajamos en las redes neuronales, que intentan ser la copia electrónica
del funcionamiento de un cerebro. Actualmente usamos redes pequeñas, pues cuando éstas
son muy complejas, se pierde el control y ya no sabemos exactamente qué está ocurriendo
ahí dentro.
¿Qué diferencia existe entre las redes neuronales y las computadoras actuales?
—Mucha. Las redes neuronales están conectadas entre sí de manera que la información no
se almacena en un solo lugar, sino que está repartida, y cada neurona puede activar o inhibir
el funcionamiento de las otras. Esto quiere decir que si la computadora recibe un golpe
que destruya una parte de la red, ésta puede seguir funcionando. Pero lo que se busca es
reproducir la capacidad de aprender.
¿Cómo va el estudio de la robótica en México?
—Un poco atrasado. Las redes neuronales comenzaron a usarse desde los años 60, pero
entonces, cuando yo traje ese concepto a México y me tildaron de loco, ni siquiera me
dieron acceso a las computadoras que se tenían, así que perdimos muchos años. Ahora, que
ya se sabe qué son y qué alcances tienen, todos quieren saber de redes neuronales. Por otro
lado, la robótica es una ciencia muy compleja, que necesita ingenieros en computación,
ingenieros mecánicos y electrónicos, matemáticos y hasta expertos en fisiología. Desarrollar
un robot requiere de equipos multidisciplinarios que no siempre son fáciles de armar. Finalmente,
sólo quisiera agregar que por más que avancemos en el campo de la inteligencia
artificial, siempre sentiremos que hay una especie de enano escondido dentro de los robots
Conclusión
Se han hecho cuantiosas predicciones de
lo que la aplicación de las técnicas de IA
traería en el futuro; algunas podrían ser
realidad en poco tiempo y otras parecen
francamente especulativas.
Echemos un vistazo:
En el terreno de las
computadoras personales,
la velocidad de un
procesador será enorme
y no podremos agotar su
memoria ni cargando ciclos
enteros de cine ruso, que podremos
ver doblados al español
con una voz idéntica a la de los actores.
Serán gobernadas con la voz: “Actívate”.
Quizá ya no sean necesarios los
monitores; unos anteojos inalámbricos de
realidad virtual nos mostrarán cómo va
quedando nuestro texto. Los teclados también
serán tan obsoletos como ahora lo
son las tarjetas con hoyitos; en vez de teclear,
quizá podremos plasmar palabras
en la memoria de la computadora
con sólo imaginarlas, gracias
a una discreta placa
(chip) adherida a
nuestra frente. Una voz
agradable nos dirá al
oído que hemos cometido
un error de sintaxis y
nos proporcionará, si lo
deseamos, una lista de
posibles soluciones. En
lugar de usar el “ratón”, podremos
manipular el texto (o el dibujo,
o lo que sea) con el movimiento de
nuestros ojos, que será detectado por un
inofensivo rayo láser.
Al parecer la inteligencia artificial
promete un mundo fantástico, pero
¿realmente lo será? ¿Qué pasará, por
ejemplo, con la enorme cantidad de seres
humanos que no tienen acceso a la
educación ni a la tecnología?, ¿qué pasara
con las relaciones humanas y con
la economía, con la enorme brecha entre
ricos y pobres, entre desarrollo y
subdesarrollo? No sabemos a ciencia
cierta cuál será el futuro de la humanidad,
pero sí sabemos que indudablemente
cambiarán las relaciones de
producción y quizá de comunicación. Es
altamente probable, por ejemplo, que se
agrave aún más el problema del desempleo;
que se transformen radicalmente
los conceptos de ocio y tiempo libre; que
cambien las relaciones laborales entre
patrones y trabajadores; que haya una
revolución aún mayor en cuanto al acceso
a la información y que se agudicen
las diferencias entre países hacedores
de tecnología y de aquellos históricamente
dependientes. Es casi seguro que
la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico
subsecuente estarán al servicio
de una minoría. Si por el contrario, el desarrollo
tecnológico –y específicamente
la inteligencia artificial— se utiliza para
lograr que todos en este planeta logremos
un mejor nivel de vida en estricta relación
con el medio ambiente, tal artificio
será realmente inteligente
Actualmente un mundo globalizado es de suma importancia el saber utilizar las herramientas tecnológicas, ya que son de mucha relevancia en nuestros días ya que si no sabemos como funcionan o para que sirven aquellas es como si no supiéramos escribir o leer
Tome como referencia cual es el significado de IA como surge como es de suma importancia en en algunas actividades que quizas al cerebro humano se le dificulten en contestar lo mas rápido posible ya que una computadora puede realizar cálculos en segundos como las llamadas super computadoras que tiene algunas institución educativa o gobiernos.
Actualmente un mundo globalizado es de suma importancia el saber utilizar las herramientas tecnológicas, ya que son de mucha relevancia en nuestros días ya que si no sabemos como funcionan o para que sirven aquellas es como si no supiéramos escribir o leer
Tome como referencia cual es el significado de IA como surge como es de suma importancia en en algunas actividades que quizas al cerebro humano se le dificulten en contestar lo mas rápido posible ya que una computadora puede realizar cálculos en segundos como las llamadas super computadoras que tiene algunas institución educativa o gobiernos.
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